Una de las mejores formas de conocer cualquier
ciudad es contemplarla desde lo alto y qué mejor sitio que subirse al Top of
the Rock, en el numero 30 del Rockefeller Center, para hacerse una idea de la
grandiosa ciudad de Nueva York.
Diseñado por William F. Lamb e inaugurado en
1931, el Empire State, con sus 443 metros de altura, fue el edificio más alto
del mundo durante 40 años y uno de los más famosos desde que King Kong decidió subirse a él con su amor platónico Ann.
Parece mentira que Central Park no fuese más que
un terreno pantanoso cedido por el ayuntamiento de Nueva York para realizar un
parque donde relajarse de la ajetreada vida de la ciudad. En 1876 se abrieron al público
las 341 hectáreas de este parque,
que en hectáreas suena pequeño pero que son 3.140.000 metros cuadrados
llenos de valles, lagunas, monumentos y un total de 250.000 árboles. El paraíso
de un topo.
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