lunes, 4 de enero de 2016

El Coliseo romano


A los romanos les gustaban mucho los espectáculos al igual que a nosotros nos gustar ir al cine, a museos o a parques ellos iban a teatros, anfiteatros y circos a divertirse y pasarlo bien.

Los teatros eran semicírculos con gradas en los que se representaban obras teatrales. Los circos eran recintos elípticos donde se celebraban carreras con caballos. Y los anfiteatros eran edificios ovalados donde se representaban distintos eventos como batallas de gladiadores o batallas navales.

El Anfiteatro Flavio, más conocido como el Coliseo romano, es el más grande que se construyó y es considerado una de las siete maravillas del mundo moderno.

Lo mandó construir el Emperador Vespasiano en el año 72  ¡y en menos de diez años ya estaba construido! El Coliseo es un enorme óvalo de 188 metros de largo y 156 metros de ancho y 57 metros de alto y en el que cabían más de 100.000 espectadores sentados en gradas, había amplios pasillos y muchas salidas para que los asistentes pudieran entrar y salir fácilmente; y debajo del suelo había pasadizos, jaulas para los animales y mazmorras donde se encerraba a los prisioneros que participaban en los espectáculos

Hoy en día es la mayor atracción turística de Roma, y como podéis ver, siempre está llena de turistas que quieren ver con sus propios ojos este prodigio de la arquitectura antigua. Yo tampoco me lo quería perder.


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