Cuando el viento sopla sobre una superficie de
agua se produce una ola, igual que ocurre cuando soplas la leche caliente de
una taza. La diferencia es que en la taza la ola es muy pequeña y en seguida
choca contra las pareces de la taza, pero en el mar las olas avanzan y avanzan
hasta que llegan a la orilla lo que les da tiempo a hacerse cada vez más
grandes.
Seguro que has notado que hay olas aunque no haya
viento, ¿verdad? Eso es porque el viento puede estar soplando a miles de
kilómetros de distancia y las olas van viajando hasta que encuentran una
playa.
Lo mejor de las olas, sin ninguna duda, es su
canción. La próxima vez que vayáis a una playa paraos un segundito, o tal vez
dos, a escuchar en relajante sonido de las olas del mar.
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