martes, 19 de enero de 2016

La Boca de la Verdad

En el pórtico de la iglesia medieval de Santa María in Cosmedin se encuentra la Boca de la Verdad, una escultura redonda de 2 metros dedicada al dios del mar.

Cuenta la leyenda que todo aquel mentiroso que ponga su mano dentro de la escultura, la perderá de inmediato. Hubo una vez un hombre romano que acusaba a su mujer de cometer adulterio y la mujer negaba las acusaciones, por lo que su esposo decidió someterla a una prueba con la Boca de la Verdad. La mujer sabía que mentía y que perdería su mano por lo que planeó una estrategia: un día, en un lugar muy concurrido, el hombre que era su amante se acercó a ella y la besó profundamente, ella fingió que no lo conocía y armó toda una escena donde se mostraba sumamente molesta por lo sucedido. Su estrategia dio resultado pues el día en que puso su mano en la Boca de la Verdad, ella afirmó que jamás había besado a otro hombre que no fuera su esposo y el sujeto que la besó unos días atrás. Ciertamente no estaba mintiendo y su mano se salvó, pero se dice que desde entonces la Boca de la Verdad perdió su credibilidad y ya no funciona tan bien como detector de mentiras.

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